Ya terminaste de limpiar toda la casa, ordenar tu ropa y lavar los platos, cuando te paras a ver el hermoso día que te espera afuera, las manchas en las ventanas no te permiten. Tranquila, utiliza estos consejos para mejorar su limpieza:

Toma un respiro y planea la limpieza para la tarde/noche, o bien para un día nublado. Tener el sol de frente cuando estás limpiando evita que puedas ver con claridad y limpiar eficientemente. Además, el calor hace que el producto se evapore antes de tiempo y dejará marcas en el vidrio. El mejor momento es cuando el vidrio no esté caliente al tacto.

Ahora si, ¡manos a la obra!. Lo primero que debes hacer es rociarlas con agua y dejarlas remojar un momento para que el sucio acumulado se afloje. Si tienes cortinas o persianas es mejor que las saques y aspires la suciedad de la zona.

Evita las toallas de papel porque dejan residuos, las mejores opciones son los filtros de café (limpios), el papel periódico o un paño de microfibra. Si vas a optar por los limpiadores de goma asegúrate que estén bien limpios.

Si tienes cerca madera ten cuidado porque los productos de limpieza para ventanas pueden dañar la pintura o el barniz, es mejor que los cubras con toallas o telas viejas.

Estás lista para pasar el limpiador por el vidrio, intenta hacerlo en una sola dirección y pasar luego una toalla para secarlo. El papel periódico es muy bueno para secar el vidrio sin dejar marca alguna.

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